Al aro que tiene la "biela de escota" (parte del equipo, dentro del casco!) le amarramos un amante para las escotas ("Amante", en náutica, es algún cabo que permite tirar de otros). Atraviesa la cubierta dentro de un tubito de plástico, se enhebra en el motón para que pueda retornar hacia proa, y se le fija un mosquetón en el chicote. Este mosquetón debiera quedar bien cerca del motón cuando el servo de escota tiene la escota totalmente cazada.
La Escota de la Mayor la hacemos doble, pasándola por sendos pasaescotas colocados cerca de la borda. De allí van hacia el mosquetón del amante de escota, donde se enganchan mediante las bozas que les haremos en los chicotes. Por supuesto que el largo lo ajustamos de modo tal que nuestro aro regulador permita acortarlas tanto como sea necesario para mantener la escota al centro, sin juego, pero que también permita aflojarla como para abrir unos 2 cm desde crujía en posición de máximo cazado.
A la escota del foque le podemos hacer, ahora, un lazo para engancharla en el mosquetón del amante de escotas. Regularemos el largo de modo tal que el regulador de escota que está instalado sobre el botalón nos permita mantener éste justo al medio cuando el servo está en posición de cazado al máximo. De ese modo podremos regular el foque hasta una abertura de 3-4 cm con solo mover el regulador.
Ambas escotas deben, además, regularse para abrir las velas en ángulo recto en la empopada. Esto se ajusta corriendo el punto de fijación de la escota a la botavara o botalón. Lo que abre la vela será tanto mayor cuanto más acercamos el regulador a la gansera (en la mayor) o el arraigo (en el foque).
Para Información Adicional, pregunte a
Fredo Vollmer